Como bien dice mi buen amigo Antonov, siempre me busco cualquier excusa para dar la barrila con la Historia Interminable. Este invento no iba a ser una excepción. Ya les digo que estaba pensado que la primera edición hubiese salido un mes o dos meses antes, pero mi cabezonería y mi empeño por abrir el telón con la Historia Interminable ha retrasado un poco la cosa porque aunque es el libro que más veces he leído, esto me ha servido como excusa para volverlo a leer para la ocasión. Y es que amigos en mi modesta y fanática opinión es el mejor libro que jamás se ha escrito nunca, y no solo me refiero a nuestra época contemporánea, no!!; también incluyo a los grandes clásicos de cualquier época, ya sea Shakespeare, Cervantes, Virgilio o las varias personas que debieron de juntarse en el imaginario popular bajo el nombre de Homero; si acaso solo lo pondría por debajo del Nuevo Testamento (el Viejo, aunque mola, no es demasiado original). El caso es que no se me da demasiado bien tomarme las cosas muy en serio, por desgracia creo que tengo más talento para destruir que para crear, o lo que es lo mismo, soy un criticón de cojones y a casi todo le saco punta, así que no creo que me queda una reseña muy inspirada pero bueno, tengo que hacerlo y lo voy a hacer, que diantres!!!!.
Mil cosas se podrían contar de este fantabuloso libro, es un libro con mil detalles, mil historias que encierran la principal, que es ni más ni menos, que la búsqueda de la auténtica voluntad, eso que parece tan fácil pero que en realidad es más complicado que ver una buena película española. Lo primero y lo suyo sería empezar por el propio autor. El señor Ende es, sin lugar a dudas, el mayor genio literario que ha dado, por lo menos, el siglo XX. Nacido en Alemania en 1927 de resultas del coito de un pintor y una fisioterapeuta. Así que ya os podéis imaginar que el joven ende debió de salir rarillo y bohemio, después de ir dando tumbos por el mundo del artisteo escribió su primera obra Jim Botton y Lucas el Maquinista, la cual fue rechazada durante dos años por los editores, lo cual nos muestra el ojo y la sagacidad de estos especimenes ya que fue premio nacional de literatura infantil, a esta obra le siguieron la continuación Jim Botton y los trece salvajes y otra auténtica maravilla llamada Momo, a su debido tiempo ya os daré la chapa con estas y otros libros del genial escritor. Así, poco a poco nos plantamos en el año 1979, Michael Ende anda recluido en su casa de los alpes italianos, el editor le visita y le pide un nuevo libro, no parece que la cosa vaya a mucho más, la verdad, pero hete tú aquí que mister Ende se va obsesionando con el libro hasta tal punto de quedarse encerrado en su casa en medio de una nevada importante, retrasando continuamente el plazo de entrega con el editor, hasta que al fin crea esta obra maestra.
Y es que nuestro amigo no quería dejar el menor cabo suelto en el transcurrir del libro, lo trajo una obra enrevesada, quizás difícil de leer sino se esta con todos los sentidos puestos pero que sin lugar a dudas gana y gana a medida que lo relees una y otra vez
Cual es el lief motive, pues nada, los listillos antontados te dirán que es una novelilla de cuentos sobre seres mitológicos y un cuentecillo infantil un poco aburrido, que mola mucho más el Señor de los Anillos que es más guay. No les hagas ni puto caso, sí es cierto, que un chaval se puede leer esto y por supuesto le gustará, pero lo más probable es que no se entere de nada, porque al contrario que el plomo de Tolkien no se trata de la clásica historia maniquea de buenos vs malos, o lo que es lo mismo guapos vs feos u occidentales vs orientales. Afortunadamente, el señor Ende rompe con toda esa tradición y va mucho más allá creando un libro complejo de cojones donde al igual que la Biblia o los Sex Pistols cada uno interpreta a su manera la historia que nunca acaba.
Así vemos que Bastian, un chaval tímido, apocado y con una tragedia familiar se va a ver envuelto en lo que todos alguna vez hemos deseado, ser el protagonista del libro que uno se esta leyendo para convertirse en el salvador y héroe absoluto. Un cuento normal escrito por un cualquiera hubiese terminado aquí, pero no estamos ante un libro normal, ya que el protagonista le irán ocurriendo distintas vicisitudes que nos os voy a contar que le harán darse cuenta de que es lo que realmente importa y que aceptarse a si mismo con las virtudes y defectos de cada uno al final es lo que cuenta para llegar a quererse a si mismo y al final quizás ser hasta feliz. En fin que todos sabemos que esto es muy fácil en la teoría, pero el día a día nos somete a presiones de las que nos es difícil escapar y lo terminamos olvidando, algo muy humano, pero coño, no pierdan la esperanza y lean por lo menos una vez al año la Historia Interminable y sean felices por lo menos un ratito al día, después denme las gracias y pueden ayudarme a completar todas las historias alternativas que va dejando Ende en el final de cada película, pero eso será una historia que debe ser contada en otro momento.